Rabat es una ciudad cultural llena de historia. Muchas obras maestras decoran sus calles y plazas. Visite la Kasbah de los Oudayas: una silueta majestuosa y formidable suavizada por los jardines circundantes. No lejos de las murallas se elevan las murallas de Chellah, una necrópolis de la época de los meriníes. Atravesar el recinto es entrar en otro mundo: se camina en medio de antiguos vestigios, entre los jardines y las cigüeñas.

 

Rabat es también una moderna capital eco-responsable que otorga un lugar privilegiado a los espacios verdes. Los parques lo bordean, como el jardín botánico de ensayos o los Jardines Exóticos de Bouknadel a pocos kilómetros de la ciudad. Y luego, Rabat respeta su litoral: a orillas del Atlántico, despliega kilómetros de playas equipadas que desembocan en la vecina Casablanca.

 

Moderna también por sus infraestructuras y fiestas que contribuyen a su comodidad ya la animación de la capital. Aeropuerto, tranvía, centros comerciales, cafeterías y restaurantes, todos los servicios están a tu alcance. Finalmente, está la música que Rabat celebra como ninguna otra: ¡Mawazine, Jazz au Chellah y muchas otras llenan el ambiente con sonidos y ritmos de todo el mundo!

 

¡Rabat es todo esto, una ciudad donde los tesoros del pasado se codean con los logros más modernos y respetuosos con el medio ambiente!