Muchos misterios rodean los orígenes del nombre de la ciudad, y todavía no hay certeza sobre la persona que creó Fez. Esta última fue fundada durante el siglo VIII bajo el reinado del emperador Idrîss I, pero no fue él quien la fundó, al contrario de lo que se dice.

Ciertas pistas sugieren que fue su compañero de confianza, Rachid, quien creó la ciudad, ya que recientemente se han encontrado monedas con su efigie, que datan de después de la muerte de Idriss I. Idrîss I no pudo haber fundado la ciudad, ni siquiera su hijo, pues éste apenas tenía 10 años cuando comenzaron a circular las primeras monedas con la efigie de Rashid. Fue por tanto bajo el reinado de Idriss I que Fez se convirtió en la primera capital imperial de Marruecos, aunque probablemente no fue un emperador quien estuvo en el origen de su creación.

Y si nos tomamos la molestia de acercarnos a este paso histórico de Fez es porque la ciudad está en el origen de la influencia internacional de Marruecos. Su historia, los misterios y leyendas que envuelven a la ciudad de Fez forman parte de los intereses turísticos de la ciudad.

No es necesario ir a una biblioteca para obtener más información, simplemente explore la ciudad para descubrir los restos imperiales y las civilizaciones que la han ocupado. Varias veces convertida en la capital de Marruecos, y varias veces caída a la sombra de Casablanca o Rabat, Fez sigue hoy intrigando y asombrando a los curiosos.